Los puntos de acceso (AP) son dispositivos que permiten establecer una conexión inalámbrica extendida. Esto es que a un router inalámbrico se puede conectar el AP mediante cable UTP y el AP provee de acceso inalámbrico a la red a dispositivos que sin éste no tendrían acceso en razón de la distancia y/o los obstáculos físicos.
Hay una variedad de razones por las cuales debemos tener un access point, una de ellas es por su gran versatilidad. Puede configurarse como cliente, es decir, funciona como un cable, como modo AP, da acceso a la extensión del cableado dentro de una red. Como repetidor, extiende la señal de la red, y por último en modo puente o bridge para unir dos redes que físicamente están separadas por distancias considerables, por ejemplo, separadas por una avenida de un edificio a otro.
Aunque tanto el router como el access point requieren de un módem, el AP permite extender la cobertura inalámbrica sin pérdida del ancho de banda. Hoy encontramos modelos de routers inalámbricos que funcionan como puntos de acceso inalámbrico. Los AP pueden también actuar como puentes entre redes distantes físicamente.
Así que, en la práctica los Puntos de Acceso y los enrutadores pueden funcionalmente confundirse, sobre todo cuando se dispone de varios puntos de acceso en una misma red. En este caso aparece un concepto interesante que es el Roaming AP, y es cuando un dispositivo móvil se mueve del área de cobertura de una AP hacia otra área, sin que se pierda la conectividad.